La seguridad operacional es una condición en
la que el riesgo de lesiones o daños está limitado a un nivel aceptable. Los
peligros para la seguridad operacional que crean riesgo pueden llegar a ser
evidentes después de una perturbación obvia de la seguridad operacional, como
en el caso de un accidente o incidente, o también pueden ser identificados preventivamente
por medio de programas formales de gestión de la seguridad operacional antes de
que ocurra realmente un suceso. Una vez identificado un peligro para la
seguridad operacional, se pueden evaluar los riesgos relacionados con el mismo.
Con una comprensión clara de la naturaleza de los riesgos, se puede determinar
la “aceptabilidad” de los mismos; respecto a los que no son aceptables, se
deben adoptar medidas.
IDENTIFICACIÓN DE LOS PELIGROS Y LA GESTIÓN DE RIESGOS OPERACIONAL
La gestión de la seguridad operacional está centrada en ese enfoque sistemático de la identificación de peligros y la gestión de riesgos a fin de reducir al mínimo la pérdida de vidas humanas, los daños a los bienes y las pérdidas financieras y para el medio ambiente y la sociedad.
Ciclo de seguridad operacional
Dado el número de factores que pueden afectar
a la seguridad operacional y las posibles relaciones entre los mismos, es
necesario un SMS eficaz. El tipo de proceso sistemático que se necesita, se
describe brevemente en lo que se conoce como ciclo de seguridad operacional.
La identificación de peligros es el primer
paso crítico en la gestión de la seguridad operacional. Para esto, se necesitan
pruebas del peligro, que pueden obtenerse de varias maneras y de diversas
fuentes, por ejemplo:
- sistemas de notificación de peligros e incidentes;
- investigación y seguimiento de peligros e incidentes notificados;
- análisis de tendencias;
- retorno de información de la instrucción;
- análisis de datos de vuelo;
- encuestas sobre seguridad operacional y auditoria de la vigilancia de la seguridad operacional;
- supervisión de las operaciones normales;
- investigación de accidentes e incidentes graves por el Estado; y
- sistemas de intercambio de información.
Se debe evaluar cada peligro detectado y dársele
la prioridad correspondiente. Esta evaluación requiere la compilación y el
análisis de todos los datos disponibles. Estos datos se evalúan para determinar
la amplitud del peligro: ¿Es “único” o es sistémico? Puede ser necesaria una
base de datos para facilitar el almacenamiento y la búsqueda y extracción de datos.
Para analizar los datos se necesitan herramientas apropiadas.
Una vez comprobada una deficiencia en la
seguridad operacional, se deben tomar decisiones en cuanto a la medida más
apropiada para evitar o eliminar el peligro o reducir los riesgos relacionados
con el mismo. La solución debe tener en cuenta las condiciones locales, dado que una solución no es necesariamente buena para
todas las situaciones. Debe tenerse cuidado de que la solución no introduzca
nuevos peligros. Este es el proceso de gestión de riesgos.
Una vez que se ha puesto en
práctica la medida de seguridad operacional apropiada, se debe vigilar su
eficacia para asegurarse de que se ha logrado el resultado deseado, por ejemplo:
- se ha eliminado el peligro (o por lo menos se ha reducido la probabilidad o la gravedad de los riesgos relacionados con el mismo);
- la medida adoptada permite enfrentar satisfactoriamente el peligro; y
- no se han introducido nuevos peligros en el sistema.
Si el resultado no es
satisfactorio, debe repetirse todo el proceso.